EQUILIBRAR LA OFERTA Y LA DEMANDA DE ENERGÍA
La desconexión de carga es necesaria cuando la demanda de electricidad se acerca a los niveles de suministro disponibles, y genera la posibilidad de un desequilibrio peligroso. Es una manera de ayudar a reducir la demanda cortando el suministro a algunos clientes para evitar apagones más largos y de mayor envergadura. La reducción inmediata de la demanda de energía es fundamental para evitar una falla prolongada catastrófica de la red de energía general.
La desconexión de carga es necesaria cuando la demanda de electricidad se acerca a los niveles de suministro disponibles, y genera la posibilidad de un desequilibrio peligroso. Es una manera de ayudar a reducir la demanda de energía cortando el suministro a algunos clientes para ayudar a prevenir apagones más largos y de mayor envergadura. La reducción inmediata de la demanda de energía es fundamental para evitar una falla prolongada catastrófica de la red de energía general.
Varios factores pueden dar lugar a la desconexión de carga, entre ellos condiciones climáticas extremas, fuerte aumento de la demanda de energía, apagones de plantas generadoras no planificados, limitaciones de transmisión, daños no previstos en los equipos, falta de disponibilidad de energía adquirida o una combinación de estas situaciones.
La generación de energía y la carga siempre deben coincidir, o permanecer equilibradas; de lo contrario, la integridad de la red se verá comprometida. Hay estándares rigurosos que las empresas de servicios público deben seguir para mantener este equilibrio. I&M es parte de una red de energía regional más grande que es supervisada y monitoreada por una organización llamada PJM Interconnection.
La desconexión de carga es siempre el último recurso, pero, cuando es necesario, esta acción ayuda a evitar apagones más extensos y prolongados que podrían afectar gravemente la fiabilidad de la red de energía durante semanas o, incluso, meses.
Por ejemplo, en 2003, el mayor apagón de la historia de América del Norte dejó a 50 millones de personas a oscuras durante 31 horas. En aquel apagón, una línea de alta tensión del norte de Ohio rozó unos árboles muy crecidos y se desconectó. Durante la siguiente hora y media, otras tres líneas de alta tensión se desplomaron contra los árboles y se desconectaron, lo que obligó a otras líneas eléctricas a soportar una carga adicional. Las líneas sobrecargadas se cortaron o desconectaron, lo que generó una cascada de corte de líneas de transmisión a lo largo del sudeste de Canadá y ocho estados del noreste.