Los 6 Elementos del Confort Interior

El confort térmico es fundamental para lograr ambientes interiores saludables y productivos. Los edificios demasiado calientes, fríos o sofocantes no solo hacen que los ocupantes se sientan incómodos, sino que también pueden exacerbar las afecciones respiratorias y otros problemas de salud.
El Estándar ASHRAE 55 especifica las condiciones térmicas aceptables en ambientes interiores. Si bien el confort individual es subjetivo, le contamos cuáles son los seis elementos clave del confort térmico y cómo puede equilibrarlos para optimizar el confort de sus espacios.
1. Temperatura del Aire
La temperatura del aire circundante desempeña un papel importante en el confort térmico. Configure temperaturas dentro del rango que sea cómodo para los ocupantes del edificio, generalmente entre 68 °F y 75 °F. Los ajustes específicos de temperatura dependerán de la temporada, el tipo de espacio y el nivel de actividad.
2. Humedad Relativa
La humedad que incide es la que se encuentra presente en el aire. Mantener un nivel de humedad relativa adecuado, generalmente entre 40% y 60%, ayuda a mantener a las personas cómodas al evitar la sequedad o la humedad excesivas. Una ventilación adecuada también ayuda a controlar los niveles de humedad relativa. Los sistemas de aire acondicionado pueden desempeñar un papel crucial en el control de la humedad. Enfrían el aire condensándolo y extrayéndolo del edificio.
3. Flujo de Aire
El movimiento del aire afecta la forma en que las personas perciben la temperatura. Un movimiento suave puede mejorar la comodidad al promover el enfriamiento por evaporación, mientras que el aire estancado puede provocar una sensación de congestión. ASHRAE sugiere velocidades medias del aire de 30 a 40 fpm, aunque las velocidades elevadas pueden ser apropiadas en ciertas condiciones.
4. Temperatura Radiante
Se habla de transferencia de calor radiante cuando los objetos emiten o absorben energía térmica a través de la radiación. La temperatura de las superficies en los espacios ocupados, como ventanas, paredes y techos, debe equilibrarse para mantener el confort. Emplee tratamientos de ventanas para controlar la cantidad de radiación solar que ingresa al edificio. Elija acabados de superficie reflectantes para reducir la absorción de calor.
5. Ropa
El tipo y la cantidad de ropa que usan los ocupantes del edificio influye en el confort interior. El aislamiento que proporciona la ropa afecta la capacidad del cuerpo para retener o disipar el calor. Ajuste los controles del clima interior teniendo en cuenta la ropa que usan los ocupantes, que puede depender de la temporada, el tipo de actividad en el lugar y otros factores.
6. Nivel de Actividad
La actividad física genera calor dentro del cuerpo. Tenga en cuenta el nivel típico de esfuerzo físico de los empleados u otros ocupantes del edificio al determinar las condiciones óptimas de confort térmico. Las áreas con niveles de actividad más altos, como un almacén, pueden requerir temperaturas del aire más bajas que un espacio de oficina donde los ocupantes son generalmente más sedentarios.
Estos elementos interactúan entre sí, y lograr el confort térmico implica encontrar un equilibrio adecuado entre ellos en función de las preferencias individuales y las condiciones ambientales.
¿Por qué no lograr confort y ahorro energético? Estamos a su disposición para ayudarlo a ahorrar energía. Contáctenos y pondremos manos a la obra.
Volver al boletín informativo