Cómo Hacer que Su Edificio Sea Más Resiliente
Las catástrofes climáticas están aumentando en frecuencia y gravedad. Solo en 2024, los desastres naturales causaron pérdidas económicas por $368 mil millones en todo el mundo. Con el aumento del costo de los desastres, las empresas deben estar preparadas para adaptarse y resistir.
Según la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), más del 40% de las empresas nunca vuelven a abrir después de un desastre, y el 25% de las que lo hacen quiebran en el plazo de un año. Frente a estas adversidades, los líderes negocio están repensando cómo gestionan los riesgos, empezando por las instalaciones en las que operan.
Entonces, ¿qué hace que una instalación sea resiliente? La resiliencia significa ser capaz de soportar las alteraciones y recuperarse rápidamente. La mejora de la resiliencia estructural protege sus activos físicos y garantiza la continuidad del negocio cuando ocurre un desastre. Esta inversión en preparación podría marcar la diferencia entre una recuperación rápida y un cierre permanente.
Evalúe sus riesgos
Comience con una evaluación de riesgos exhaustiva adaptada a su ubicación. ¿Su instalación está situada en una zona de inundaciones, un corredor de tornados, una región sísmica o un área propensa a incendios forestales? El reconocimiento de las amenazas regionales le permite priorizar las mejoras que abordan los escenarios de desastre más probables. Las evaluaciones profesionales pueden descubrir vulnerabilidades estructurales que pueden no ser evidentes para el ojo inexperto.
Desarrolle un plan
Una vez que haya evaluado sus riesgos, el siguiente paso es desarrollar un plan de respuesta de emergencia, que debe incluir procedimientos para mantener seguro a su personal y proteger el edificio durante un desastre. Asegúrese de que su plan sea completo y se actualice periódicamente para incorporar nuevos conocimientos o circunstancias cambiantes. Sitios como Ready.gov ofrecen recursos valiosos para crear un plan. También puede comunicarse con la oficina de manejo de emergencias de su estado para obtener información local sobre refugios, rutas de evacuación y otros servicios esenciales.
Además, asegúrese de contar con un plan de continuidad del negocio para abordar cómo continuarán las operaciones después de un evento. El plan debe describir los procesos, equipos, personal y estrategias de comunicación esenciales, e incluir pasos para restablecer las operaciones rápidamente.
Mejore la resiliencia energética
Los suministros de energía garantizan que los sistemas críticos de los edificios permanezcan en funcionamiento cuando ocurran desastres. Algunos de los que se deben tener en cuenta son:
- Generadores de respaldo: Los generadores convencionales de diésel o gas natural proporcionan energía de reserva confiable durante un apagón.
- Almacenamiento de la batería: Los sistemas de baterías avanzados almacenan el exceso de energía que se puede utilizar durante los apagones, y proporcionan energía de respaldo limpia e instantánea sin necesidad de combustible.
- Energía renovable: Los sistemas de energía solar y eólica ofrecen una solución energética ecológica y menores costos operativos a largo plazo.
- Sistemas combinados de calor y electricidad: Estos sistemas generan electricidad y energía térmica, lo que optimiza el consumo de energía y minimiza el tiempo de inactividad.
- Microrredes: Al conectar las fuentes de energía a una red local, las microrredes proporcionan resiliencia al reducir la dependencia de redes de servicios públicos más grandes.
Implemente medidas de conservación de recursos
Un edificio resiliente puede funcionar de manera más eficiente durante una emergencia si utiliza menos recursos. Reducir el consumo de energía y agua es clave, ya que extiende la cantidad de tiempo que un edificio puede funcionar con sistemas de respaldo. Las mejoras de eficiencia energética en los sistemas de iluminación y HVAC reducen la demanda de energía, mientras que los sistemas de gestión de la energía se pueden ajustar fácilmente para conservar energía durante una crisis. Las medidas de conservación del agua, como los accesorios de bajo flujo y las prácticas de riego inteligentes, minimizan la demanda de agua y garantizan un suministro estable incluso en un escenario de desastre.
Las mejoras en la envolvente del edificio, como un mejor aislamiento, sellado hermético y ventanas de alto rendimiento, respaldan el ahorro de energía y mejoran el confort interior durante eventos de temperaturas extremas cuando los sistemas de HVAC están fuera de línea o funcionan a capacidad limitada.
Refuerce los componentes estructurales
Ninguna cantidad de planificación puede compensar un edificio que simplemente no está construido para resistir los peligros. Invierta en mejoras que reduzcan el riesgo de daños y mejoren la seguridad de los ocupantes.
- Refuerzo sísmico: Refuerce los cimientos y los elementos estructurales para que el edificio sea menos vulnerable al movimiento del suelo.
- Características resistentes al viento: Instale ventanas, techos y puertas reforzados para protegerse de vientos fuertes o tormentas.
- Mitigación de inundaciones: Eleve los sistemas críticos del edificio, instale barreras contra inundaciones o mejore el drenaje para minimizar los riesgos de inundación.
La resiliencia no requiere perfección, requiere preparación. Con una planificación cuidadosa y un enfoque en las actualizaciones adecuadas, su instalación puede superar los desafíos, proteger a su personal y respaldar la continuidad del negocio ante cualquier situación que se presente.
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